Mientras Ayako estaba siendo violada por el conserje, un hombre entra al departamento, esa persona es el subdirector de la escuela. La maestra pensaba que él la salvaría, pero sus esperanzas se desmoronan cuando descubre que el subdirector está coludido con el conserge.
A pesar de que ambos hombres abusan de ella y tienen sexo con su alumna, su fuerza de voluntad no se rompe. Para dominarla de una vez por todas, el conserje le propone que hagan cierto juego, mismo que cambiará por completo el destino de aquellas dos mujeres